29 de abril de 2013

Abróchense los cinturones

Chaleco salvavidas debajo de su asiento

Procuras no equivocarte de asiento porque intuyes que hay un juego de intercambio acechando. Te concentras en memorizar en qué portamaletas dejaste tu bolsa, no por miedo al robo sino porque es el ancla de tu identidad en vilo. Te alienas en el acto gregario del viaje en avión, observando una vez más en la tripulación esa sonrisa de saber algo que desconocéis todos: quizá que ese espacio no es inofensivo, que el desembarco es una amnistía, que bien pudiera ser que otro pise tierra en tu lugar.

Fotografía de mi amigo Javier Prieto

No hay comentarios: