17 de febrero de 2015

Alquiler con opción a compra



Alquiler con opción a compra


Creo que el trato no es malo. Si lo piensas bien, ambos salimos ganando. Por su parte un alquiler con opción a compra es mejor que un alquiler a secas: lo que vas invirtiendo no lo pierdes. Además, si acabado mi tiempo ya no le interesa, no tendrá que quedarse con mi alma. Yo, por mi parte, obtengo los beneficios de este tipo de tratos pero sin condenarme a la vida eterna con un cien por cien de seguridad. ¿Quién sabe qué pasará de aquí a entonces? Cierto es que las prebendas de la venta del alma son mucho más atractivas que este quedarse siempre con la miel en los labios. Pero también me parece que casi alcanzar los sueños es, a la larga, más motivador para el día a día que traspasar las metas. Y si cambio de opinión, siempre puedo buscarle las vueltas al inquilino, tratar de forzar un desahucio o meterle en la habitación del fondo algún ángel caído de esos que molestan a deshoras con su cargante tic tac .

Fotografía de Javier Prieto

2 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Interesante vuelta de tuerca. Y un buen trato, aparentemente

Rosita Fraguel dijo...

Lo comentaba con un amigo: damos por hecho que el diablo cumplirá su parte e igual eso es mucho suponer.

Gracias por la visita, la lectura y el comentario, Luisa :)

Un abrazo